Inspirado por un juego de mesa.
Masahiro Hara fue el inventor del código QR, un sistema para codificar visualmente texto fácilmente reconocible por un programa informático. En tiempos de pandemia se ha popularizado aún más todavía.
Ideó el código mientras jugaba un apartida de Go. Las fichas negras y blancas sobre al cuadrícula del tablero le hicieron ver como ese sistema binario podía informatizarse.
Leemos en XL Semanal: Yo inventé el Código QR (2 enero 2022), por Carlos M. Sánchez.
(...) Corría el año 1994. Hara acababa de almorzar y echaba una partida al Go, una versión del ajedrez muy popular en Asia, antes de reincorporarse a su puesto. Vio que las fichas blancas y negras dispuestas sobre el tablero formaban unos patrones interesantes. Se quedó embobado un rato, pero no fue para calcular su siguiente jugada. Recuerda que se sentía como si estuviera viendo un paisaje familiar, pero que no terminaba de identificar. «De repente, observando la disposición de las piezas sobre ese fondo binario, en dos colores, me di cuenta de que era un modo muy fácil de transmitir información. Fue como una revelación».
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Hemos de comentar que referirse al juego del Go como "una versión del ajedrez" asiática, es absolutamente incorrecto (y algo condescendiente). Ambos juegos no tienen un origen común y no se asemejan más allá de ser ambos juegos para 2 personas sobre un tablero.
La historia se ha reflejado profusamente en prensa en los últimos años, por ejemplo en Quore: ¿Cómo nació el código QR? Su increíble historia y su relación con un popular juego de estrategia (21 marzo 2021), por Teresa Negreros:
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Masahiro Hara, ingeniero jefe en la empresa explicó para FNN Prime Online que su idea del código QR surgió a partir de notar que la empresa necesitaba una gestión más eficaz de las piezas de los automóviles. Dicha premisa, resultaría clave para consolidar su creación.
De acuerdo con el ingeniero, la compañía solía utilizar códigos de barras para controlar las piezas; sin embargo resultaba muy ineficiente, ya que había entre ocho y diez códigos en cada caja. Esto hacía que los empleados perdieran tiempo y se agotaran al tener que escanear las cajas varias veces, por lo que hacía faltar un código que permitiera almacenar un gran volumen de información en un solo escaneo.
Esta es la fórmula que hace especiales a los códigos QR —el almacenamiento de información—, puesto que están compuestos por un patrón bidimensional de puntos cuadrados en blanco y negro, alineados a su vez vertical y horizontalmente. Dicho patrón almacena 200 veces más información que un código de barras estándar. Por ejemplo, acceder a un sitio web es posible porque la URL está codificada en el patrón cuadriculado.
Reducir el tamaño de los cuadrados, o aumentar el propio código QR puede crear un número infinito de patrones. Y es aquí donde encontramos la principal inspiración de Hara: los juegos de estrategia.
Go es un juego de tradición milenaria china, en el que el ingeniero de Denso solía invertir parte de su tiempo del almuerzo. Un día, cuando se encontraba acomodando las piezas del juego sobre el tablero, notó que resultaba sencillo transmitir información mediante dichos patrones. Y he ahí cuando surgió el chispazo.
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¡Nos jugamos!