Es una caja cilíndrica labrada en marfil en los talleres de Medina Azahara, la ciudad califal en las afueras de Córdoba, hace poco más de 1050 años. La caja de 46'5 cm de longitud se cierra con bisagras de metal.
Se desconoce el nombre de la hija del califa a quien se regaló el juego. Tal vez se llamase Wallada pues se conocen otros objetos similares realizados para ella. Otras hermanas eran Saniyya, Salama. Hind...
Su padre Abd-al Rahman al-Nasir, castellanizado como Abderramán III, reinó en el emirato independiente de Al-Andalus del 912 al 929, cuando se nombró califa proclamando la total independencia política y religiosa respecto Arabia,del 929 al 961. Con la sucesión de su hijo Alhakem II, el califato Omeya fueron los años de mayor esplendor de Qurtuba, la antigua Córdoba, y del reino de Al-Andalus.
Así aparece el personaje en nuestro juego Córdoba de Reiner Knizia, con los textos del folleto de ambientación histórica que se incluye en el juego:
Abd ar-Rahman al-Nasir (Abderramán III, 891-961): con su reinado Qurtuba se convirtió en el faro de occidente, como la describieron viajeros venidos de los confines del mundo atraídos por su fama. Hijo del príncipe Muhammad y de su concubina cristiana Muzayna, se convirtió en heredero al trono al morir su padre. Algunos de sus tíos no le pusieron fácil llegar al poder, pero tras unos primeros años de revueltas internas sofocadas, proclamó el Califato de al-Andalus en el 929, en una época de esplendor económico, social y cultural. Abderramán al-Nasir, el Triunfador, era califa de al-Andalus, gobernante y líder espiritual de su reino. Llegó a reinar más de 50 años, haciendo de su capital la ciudad más poderosa y culta de su tiempo. Fundo una universidad, escuelas y bibliotecas, y amplió el patio y el alminar de la gran Mezquita. Pero su gran obra fue Medina Azahara, una ciudad residencial construida con todos los lujos a las afueras de Qurtuba.
Madinat al-Zahra (Medina Azahara): ciudad palaciega construida por el maestro arquitecto Maslama ben Abdallah a las faldas de la sierra de Qurtuba, por orden de Abderramán III y finalizada por Alhakem II. Fue residencia personal del califa y sede de la administración de la corte. Construida con ricos materiales, mármoles, joyas y metales preciosos, la ciudad tendría por ello un pronto final cuando tras la caída del califato fuese completamente esquilmada. La Ciudad de la Flor, dice la leyenda, fue levantada por el amor a una mujer.
El juego tal como se expone en Burgos: