Aprovecha el ocio cultural, sea cuál sea el que más te guste.
Si no te gustan los juegos, no tendrás estupendas aventuras en compañía.
Hay muchas formas de divertirse y disfrutar del ocio. Tener la posibilidad de acceder a diferentes formas de ocio es un privilegio que no se debe desaprovechar. Siempre animamos a aprovechar la cultura lúdica, juegos de mesa incluidos.
La inmensa gama de juegos disponible en la actualidad es comparable a la oferta en las librerías. Hay lecturas para todo tipo de personas (edades, gustos, condición...), como hay series o películas de tantos géneros diferentes para diferentes momentos. Si no te gusta leer, te vas a perder una infinidad de buenas historias en los libros. Si no te gusta ver películas, lo sentimos por el cien que no conocerás. La creatividad humana es asombrosa en muchos campos.
Yasmin Jeffery es periodista del medio australiano ABC. Ha escrito una columna sobre lo poco o nada que le gusta jugar a juegos de mesa, según ella misma una opinión impopular -lo que habla del auge de los juegos en la actualidad.
Veamos qué cuenta para que los juegos de mesa no sean su idea de diversión: Why playing board games is not my idea of fun (2 enero 2022).
Algunos extractos:
No sé qué cara poner cuando alguien me dice que le encantan las noches de juegos de mesa.
Seguro que conoces a alguien así.
Tienen como un armario entero dedicado a los juegos de mesa -como si eso fuera una forma aceptable de gastar dinero- y con frecuencia invitan a sus amigos a jugar a todos los juegos posibles.
(...)
Básicamente, no creo que los juegos de mesa sean lo peor. ¿Pero hacer de los juegos de mesa toda tu personalidad?
(...)
A no ser que te los presten, los juegos están perjudicando tu cuenta bancaria y perjudican a tus amigos que no juegan a juegos de mesa, con los que puedes salir, por cierto, sin obligarles a jugar a juegos de mesa a los que no quieren jugar
(...)
Así que, por favor, pensad en vuestros pobres amigos que no quieren ser invitados a -o escuchar- vuestras ridículas noches de juegos en esta época. O nunca, en realidad.
Se puede escribir sin saber mucho del tema (dice que juega al Monopoly [de Lizzie Magie] a veces), pero es que ni sabe ni se imagina lo que se pierde.