Hoy es el el 525º aniversario de un libro de Ajedrez.
La primera edición conocida de este libro se publicó el el 15 de mayo de 1495 en Valencia en la imprenta de Lope de la Roca y del librero Pere Trincher. Su escritor fue Francesch Vicent, judío converso de Segorbe. El libro se titulaba, en valencià antiguo, Libre dels jochs partits dels scachs en nombre de 100 (Libro de los juegos y partidas del ajedrez en número de 100).
El ayuntamiento de Valencia presentó el pasado 28 de febrero el inicio de un programa de actividades alrededor de la conmemoración de este libro, con un Espai Francesc Vicent 1495 en el Museo de la Imprenta del Monasterio de El Puig de Santa Maria; o un futuro Museo Anatoli Karpov en la localidad de Alaquàs (Valencia).
El libro es importante en la historia ajedrecista por reflejar el movimiento de la Dama moderna. Se supone que unas dos décadas antes de este libro, en un poema titulado Scachs d´amor, escrito por los valencianos Francesc de Castellví, Narcis Vinyoles y Bernat Fenollar, se tiene la primera referencia la Dama o Reina del Ajedrez (No se conserva un original, solo fotografías del documento).
Desde el libro de Francesch Vicent, las reglas de la nueva pieza se expandirían por toda Europa y todo el mundo después, dando un nuevo interés al juego del Ajedrez.
Es cierto que anteriormente por ejemplo el Libro de los Juegos de Alfonso X El Sabio (siglo XIII) ya recogía mucha información del Ajedrez de la época (con la pieza Alfferza a la que sustituiría la Dama), pero el tratado de Francesch Vicent puede considerarse el priemr tratado específico sobre Ajedrez conocido, auqnue no se conozca el paradero de ningún libro original.
En El Periódico de Aquí (11 mayo 2020) leemos sobre el posible paradero de los únicos ejemplares con rastro conocido:
(...)
Muy pocas cosas más conocemos de la vida de Vicent pero algo queda y de gran calado. En el Archivo de Módena (Italia) existe un documento fechado a principios de 1506 en el que se menciona a un "Maestro Francesco Spagnolo maestro de scachi" que impartía clases de ajedrez a la mismísima Lucrecia Borja, hija del papa Alejandro VI. El pontífice había sido con anterioridad arcediano de la Catedral de Segorbe. Conociendo la debilidad del papa por proteger a los conversos que estaban siendo expulsados o se exiliaban del Reino de Valencia por la Inquisición y teniendo en cuenta la relación de los Borja con los Vicent por ostentar cargos de relevancia eclesiástica y administrativa respectivamente en Segorbe, no existe dificultad para identificar al Francesco Spagnolo con Vicent. Se conoce también las exigencias de Alejandro VI para tener en la corte de sus Estados Pontificios a los mejores especialistas en materia de docencia para su hija y sus nietos, y en el tema de ajedrez no podía haber un especialista mejor que el que conocía las nuevas reglas del juego porque las había publicado: Francesch Vicent.
(...) lo cierto es que en el siglo XIX todavía se conocía la existencia de un ejemplar en la biblioteca de la abadía benedictina de Montserrat, en Cataluña, donde pudo arder por un incendio ocurrido en 1834 como consecuencia de la desamortización. Otros autores indicaban la existencia de otro ejemplar en la Biblioteca Comunale de Sienna (Italia), pero el único indicio que todavía sigue latente es la venta de un volumen a principios del siglo XX por parte de un bibliotecario de viejo catalán a un magnate estadounidense coleccionista de libros de ajedrez.
(...)
Decía la Cadena Ser hace unos años sobre esta búsqueda del tesoro en forma de libro incunable:
(...) ¿Quién es el misterioso coleccionista americano? El principal candidato fue para nosotros ya desde 2001 el gran coleccionista de libros de ajedrez John Griswold White (1845-1928). Hemos localizado cartas que demuestran su relación comercial con Salvador Babra. Sin embargo, las recientes pesquisas nos conducen a otro egregio coleccionista americano Gustavus A. Pfeiffer (1872-1953), y a un posible cambio de manos del incunable a mediados del siglo XX.
(...)
Los esfuerzos para encontrar públicamente al comprador o un ejemplar del libro han sido infructuosos por ahora.
¡Nos jugamos!