Tralalart con obras de juegos de mesa.
La compañía Tralalart., que lleva desde 2020 representando la obra El pueblo duerme en teatros de Madird, se traslada este fin de semana a Córdoba, de donde proceden alguna de sus actrices y actores.
Van a representar dos obras de teatro vivo dirigidas por Paty Delas, con participación del público, en Córdoba (en un local en c/ Fco. Borja de Pavón, 8).
Por la mañana, La herencia de la tía Matilda.
La tía Matilda ha fallecido en extrañas circunstancias y su espíritu viene a nosotros para que le ayudemos a descubrir al asesino.
Conoceréis las versiones de los personajes ya que cada contará las cosas como las vivió antes de encontrar a tía Matilda muerta.
Tendréis que averiguar quien está mintiendo porque entre ellos tres se haya la respuesta.
Por la tarde, El pueblo duerme, una representación organizada por la agencia inmobiliaria Vavel que aprovecha para enseñar una casa en venta en la típica Plaza de la Magdalena.
Desde que el pueblo fue construido, está condenado a portar una terrible maldición.
Conviviendo entre los aldeanos se encuentran criaturas de la noche que se dedican a asesinar a los pueblerinos, los temidos licántropos o más comúnmente conocidos como hombres Lobo. Su intención es apoderarse del pueblo y matar a todos los que no son de su manada.
Habéis sido convocados al juicio para averiguar quién de los aldeanos puede ser el líder de estas bestias. Conoceréis las historias de los personajes y conoceréis sus coartadas. A partir de ahí empezaréis a investigar quién es el lobo… Pero recordad, para matar a esas bestias debéis desprenderos de vuestra propia Humanidad.
Dinámica del espectáculo: En esta obra el teatro textual se acompaña de teatro gestual y de máscaras, con momentos puntuales corales y de danza. En ella se realiza un proceso de eliminación de personajes según escoja el pueblo. Podemos considerarlo teatro inmersivo aunque la acción se desarrolla en la misma sala, pero contamos con la colaboración del público para eliminar a los personajes que consideren sospechosos de ser lobos. El público es guiado por un Game Máster que los va guiando con los tiempos y las paradas. Con esta propuesta intentamos que el público disfrute de una experiencia única intentando colaborar como aldeanos que votan en el juicio para descubrir a los lobos infiltrados. Lo más divertido es que tendrán que estar muy atentos a todos los detalles de la pieza, ya que al final de la obra pueden ganar o perder.
En la publicidad de El pueblo duerme se lee que el libreto de esta obra teatral, escrito por Paty Delas, está "Basado en la obra: Los hombres-lobo de Castronegro", aunque se trata de una adaptación no oficial sobre ese juego de mesa (Recordemos que se acaba de anunciar una serie televisiva sobre este juego).
Los hombres-lobo de Castronegro, de Philippe des Pallières & Hervé Marlyy, es solo una de las muchas versiones que existen del juego creado originalmente como Mafia por Dimitry Dimma Davidoff en 1986. Su autor no sacó provecho económico de su obra y en la actualidad existen multitud de versiones comerciales en el mercado publicadas por diferentes editoriales. El juego ha alcanzado una popularidad extraordinaria y tiene adaptaciones en diversos medios, incluyendo juegos derivados, libros, películas, series, concursos televisivos y algunas obras teatrales por el mundo.
Por otra parte, La Herencia de la tía Ágata es un clásico juego de mesa, nunca acreditado correctamente pero que hoy sabemos fue creado por de Andrew S. Berton & Michael Marra. Está en continua publicación desde 1993 y su edición actual en España es de Bizak (desde 2022). Su temática es sobre una reunión en una lujosa mansión en la que todas las personas quieren matar a las demás para quedarse con la herencia de la anciana y rica mujer recién fallecida.
En este caso la obra teatral de Tralalart no guarda tanta relación argumental con el juego de mesa cuyo título evoca, pero sí tiene inspiración en éste u otros juegos de mesa como el clásico Cluedo de Anthony Pratt, donde hay que hallar a quien haya cometido un asesinato.
¡Nos jugamos!