El artículo, escrto por Julián Díez, concluye con el siguiente párrafo:
"Jugar a la política no es una novedad. Al fin y al cabo, el ajedrez, con la presencia de los distintos estados sociales -rey, reina, caballeros, peones-, con distintos roles, no es otra cosa que una metáfora de las relaciones de poder. Y buena parte de los juegos de mesa de las últimas décadas tienen igualmente temática política. Por ejemplo, Die Macher es una reproducción exhaustivamente fidedigna de los procesos electorales en Alemania. El año pasado se publicó el excelente 1960: The making of a president, que reproduce la batalla electoral entre John F. Kennedy y Richard Nixon, con la disputa literal de los votos Estado por Estado. "
Die Macher es obra de Karl-Heinz Schmiel, y 1960: The making of a president es creación de Jason Matthews & Christian Leonhar.
Estos dos juegos tratan efectivamente sobre procesos electorales, y hay muchos más con clara temática política, ambientados en distintas épocas: Quo Vadis de Reiner Knizia es un juego sobre pura negociación por ascender al senado romano, o Diplomacy de Allan B. Calhamer es un juego sobre la situación conflictiva entre los países europeos anterior a la I Guera Mundial - por citar sólo algunos juegos políticos más.
Els xinos de l'Oracle, ideado por Oriol Comas, lleva más allá el clásico juego tradicional de los chinos, para convertirlo en un inteligente y sencillo juego de mayorías y votaciones, en la situación de las pasadas elecciones autonómicas catalanas.
¡Nos jugamos!