
Franco, La Pasionaria, Primo Rivera y Azaña combaten 70 años después en el juego de cartas '1936 Guerra Civil'
MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
Setenta años después de que comenzara uno de los conflictos bélicos más importantes del siglo XX, la Guerra Civil española, un juego de cartas permite meterse en la piel de un estratega de guerra y recrear la batalla entre nacionales y republicanos, pudiendo incluso cambiar el final de la contienda y de la historia con una victoria de las tropas del ejército Rojo.
Según explicó a Europa Press Televisión el creador del juego, Arturo García, la idea de crear un juego como '1936 Guerra Civil' nace con el objetivo de solventar las "carencias" que presentaban los otros juegos basados en esta contienda ya que a su juicio "sólo se centraban en el aspecto militar" y no en el "social económico y político" que también muestra éste.Para lograr desarrollar este juego, Arturo ha tenido que trabajar durante siete años, siendo necesario haber consultado archivos y teniendo conversaciones con historiadores y jugadores en los que éstos le daban su punto de vista de cómo se iba desarrollando la idea. "Cuando han visto el rigor que tiene, todo han sido alabanzas", indicó.
De momento, '1936 Guerra Civil' ha salido al mercado con una tirada limitada de, cómo no, 1936 unidades al precio de 36 euros, de las cuales ya se han vendido 300. Arturo comentó que para ser un "juego español autopublicado y con canales de distribución limitados" se considera "satisfecho", y más teniendo en cuenta que en España, "desgraciadamente, el mundo de los juegos de mesa es todavía un ocio minoritario".
En el juego, cada participante debe escoger un bando, nacionales o republicanos. En su mazo de cartas se encontrará elementos representativos de cada facción y los personajes que protagonizaron esta sangrienta guerra. En un principio, Arturo trabajó con una base de datos "de más de 300 personajes", de los cuales finalmente sólo 80, entre los que destacan Azaña, Franco, Primo de Rivera, Largo Caballero o La Pasionaria, ilustran las cartas.
El objetivo de la partida no podía ser otro que "ganar la Guerra Civil", algo que se puede hacer por desmotivación de las tropas contrarias o mediante la consecución de suficientes puntos de victoria militares y políticos. Para ello, deberán saber qué cartas usar y en qué momento, siendo posible que se cambie el curso de la historia y ganen los republicanos. "Todos los juegos ambientados en conflictos bélicos permiten a los jugadores que el final sea diferente a cómo ocurrió", aseguró el creador del juego.