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La sentencia del caso Bang! vs. SanGuoSha exculpa a los plagiadores.

San Guo Sha          San Guo Sha

Si en un primer momento la situación parecía favorable al autor Emiliano Sciarra y a dV Games, la editora del juego original Bang! (publicado por Edge Entertainment en España); la sentencia que llega ahora es francamente desafortunada.

En Texas (USA) la jueza Lee. H. Ronsenthal ha fallado en favor de la compañía Ziko Games (distribuidora de la empresa china Yoka) y en contra de la acusación de dV Games. Es la misma jueza que admitió a trámite el caso y que en un principio en su auto inicial hizo algunas afirmaciones esperanzadoras (Lo recordamos: Bang! vs. LTK, agosto 2014).

El autor del juego Emiliano Sciarra reflexionaba hace unos días sobre lo que podría suponer este juicio. Como algunos medios han recogido, la nueva sentencia dice que la ley en los USA no protege al juego en sí. La excusa es que las leyes de copyright en los USA  protegen expresiones materiales (logotipos, tableros, diseño de cartas, etc.) o de ambientación (si las historias están suficientemente desarrolladas), pero no cubren ideas de procedimientos, sistemas o mecánicas de juego. La senrtencia solo habla de copyright, que era la materia del juicio. No obstante, más allá del copyright el punto primordial es que los juegos puedan estar protegidos por derechos de autor y de propiedad intelectual, como las música o los libros, pero este juicio no ha tratado ese asunto.

El juego SanGuoSha, una vulgar copia descarada de Bang! en cada detalle y sin la más mínima originalidad (salvo las ilustraciones), podrá seguir vendiéndose en los USA si el caso no llega mas lejos judicialmente.

Hay que recordar que a falta de legislación específica en materia de juegos en ningún país del mundo, existen distintas sentencias emitidas por diferentes juzgados, a veces en sentidos similares y a veces no tanto (Aunque los juegos lo tienen dificil, en ocasiones se sigue el camino corecto como, por citar un ejemplo, la sentencia europea de Jungle Speed contra Jungle Jam; o el más reciente caso de Magic-Hex). En muchos países, incluida España, han existido empresas que se han aprovechado de estos huecos legales para hacer negocios fáciles, desde los flagios a los homenajes; pero son prácticas muy alejadas del mundo editorial de los modernos juegos de mesa.

Lo dictado por el juzgado texano sobre el plagio a Bang! es una horrible noticia para los autores y la cultura de los juegos, pero que solo debe servirnos para que toda la comunicad que amamos y disfrutamos  este mundo lúdico sigamos adelante para conseguir una mejor protección y consideración social de lo que tanto nos gusta, los juegos.


Actualización: Unas palabras de Emiliano Sciarra (20 mayo 2016):

Un mal día para el mundo del juego. ¡La jueza de Texas no ha dado la razón a dV contra Ziko por plagiar Bang!!
En resumen, para la ley estadounidense un juego no es protegibile en sus mecanismos, sólo lo es en el nombre, en el aspecto y, en segundo plano, puede que en sus personajes. La esencia del juego, la experiencia lúdica, es completamente ignorada por la ley. Es como decir que puedo copiar una canción con los mismos acordes, la misma melodía, pero con un arreglo diferente y cambiando alguna palabra en la letra, porque en un análisis formal las partituras y la portada del disco son diferentes.
Un ejemplo de cómo a veces la ley y la justicia son cosas muy diferentes, lamentablemente.

Otras personas y autores de juegos están mostrando su solidaridad con Emiliano en las redes sociales, un sentimiento al que nos unimos.

¡Nos jugamos!

Jugamos Tod@s

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